ENTREVISTANDO CRISTÓBAL COLÓN
Pues bien, nuestro fantasma entrevistado en esta ocasión, es Don Cristóbal Colón y colaborando en ello, estará mi buen amigo Don Miguel de Cervantes, ya que Don Cristóbal llegó a América 55 años antes de que naciera Don Miguel.
Bien Don Cristóbal, en esta entrevista con usted, no platicaremos lo que ya hemos leído en textos de la escuela y en gran cantidad de biografías acerca de usted, queremos saber lo que solo usted sabe y nosotros no. Y por supuesto que Don Miguel de Cervantes nos dirá lo que se escuchó en la época de primera voz.
Entonces empiezo con los mitos de esa época, de que la tierra era plana y que solo usted era el único convencido de la redondez de la Tierra. ¿Qué nos dice usted Don Cristóbal?
-Es falso, ¡En esa época ya todas las personas inteligentes tenían la convicción de que la tierra era redonda! Ello se enseñaba en las escuelas y Universidades.
Don Cristóbal, platíquenos de su juventud, porque poco se sabe de usted.
-Bueno como ya es sabido nací en Génova que era ciudad-Estado de gran tradición marinera en 1451. Trabajé en el telar de mi padre y algunas veces me hice a la mar. Ya que Génova era un puerto importante siempre abarrotado de barcos, así que pronto aprendí las artes de la navegación y la cartografía. Y cosa curiosa, nunca usé el astrolabio para determinar la posición del sol, sino que calculaba aproximadamente el rumbo. En el año de 1476 llego a Lisboa por mera suerte del destino. En unos de los viajes que formaba parte de la tripulación de un barco fuimos asaltados por un navío francés. Aunque herido pude saltar al mar y nadar a tierra hasta llegar a Lagos, y más tarde a Lisboa. Esta ciudad era ideal para todo hombre que soñara con aventurarse al mar, ya que en este puerto se hacían los más asombrosos proyectos de viaje y exploraciones que recibían apoyo. Allí también obtuve conocimientos de matemáticas, astronomía, construcción de barcos y aparejo de velas; en resumen, todo aquello que necesitaba un buen marino. Mi hermano Bartolomé y yo, pusimos una tienda donde vendíamos mapas, y el negocio prosperó. Pero siempre fui fiel a mi idea. Mi obsesión y de estar convencido de la existencia de tierras al oeste y quería, como nadie lo había querido.
Don Cristóbal Colón, es un honor estar en esta plática con usted, soy Don Miguel de Cervantes y usted no escuchó de mi durante su vida, pero yo de usted…sí. Ya que usted llegó a América 55 años antes de que yo naciera, como bien lo dice mi buen amigo Don Polo. Ya en la escuela se mencionaba de esas nuevas tierras descubiertas por usted. Y es una delicia platicar con tipos como usted. Y sobre todo, ambos fuimos marineros. Bien, ahora Don Cristóbal platíquenos ¿por qué la Reina Isabel no quiso apoyarlo en la primera instancia de su primer viaje? ¿Y cuánto costó ese primer viaje?
-Bueno empezaré por decirle Don Miguel: que la Reina Isabel si estaba interesada en ese viaje, lo que no le pareció fue el precio del descubrimiento, le pareció excesivo: ya que le exigí que me hiciera Almirante del Mar Océano y virrey de todas las tierras que descubriese, y que durante mi almirantazgo tuviera derecho a un diez por ciento de todo el comercio. Entonces como no lo aceptó, solo le di las gracias por haberme escuchado y emprendí a Francia. Pero Don Luis de Santángel, tesorero del reino le dijo a la Rina que reconsiderara mi propuesta. Y me mandan localizar en Francia.
Y en cuanto a la segunda pregunta: ese primer viaje le salió a la Reina Isabel y a Santángel el equivalente a unos doce mil dólares, y yo pedí prestados unos dos mil dólares de hoy.
Bien Don Cristóbal, ahora es mi turno: ¿Qué hay de cierto que sus tripulantes eran forajidos o perseguidos por la justicia?
-Qué bueno que toca ese punto Don Polo. En oposición a lo que cuentan casi todas las historias, esos 87 hombres de los tres barcos, entre ellos estaban tres médicos, un despensero, un intérprete y un contador enviado por la Reina para llevar el inventario del oro y las piedras preciosas que se embarcaran. Y los otros eran marineros y solo tres de ellos habían tenido algún roce con la ley por ayudar a escapar a cierto asesino de la prisión. Casi todos ellos eran hombres de pueblo que habían aprendido el arte de navegar.
…Y CONTINUARÁ ESTA ENTREVISTA CON CRISTÓBAL COLÓN
Foto: Este retrato de Colón, atribuido a Sebastiano del Piombo, aparece el descubridor con toda la pompa de su título de "Almirante del Mar Océano". Se encuentra en el Museo Metropolitano de Nueva York.
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