Leyendo con interés sus comentarios, les platico algo extraño que me ha pasado con los cuatro perros que he tenido en mi vida. Coincidencias o no, pero decidí no volver a tener un perro en casa, El primero, el terry, en ese tiempo yo tenía seis años , vivíamos en Delicias, Chih.. Un camión atropello a mi terry, al día siguiente mi papá recibió un telegrama en donde le avisaban de la muerte de mi abuelita, Diez años después, el apenitas, nombrado así por su tamaño, amanece muerto sin estar enfermo previamente, Ese mismo día en la noche, nos avisan de la cruz roja, el fallecimiento de el mayor de mis primos, por una enfermedad de la cual no teníamos conocimiento. Hace quince años, una perrita muy bonita, de orejas muy largas, a la que le llamaba: “alquimia”, por la mañana muere también atropellada por un carro, por la tarde, después de quince días de estar en coma, fallece mi padre. Tres años después, una perra pastor alemán, aromina, se le adelantó por cuatro horas en el camino a mi suegra, coincidencia o no, decidí no volver a tener otro perro en casa. Quizá se cierto que los perros ayudan a cruzar el río que separa a la materia del espíritu, y por eso los perros se nos adelantan para acompañarnos en el camino.
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