LA TIERRA… SE ESTÁ AGRANDANDO??
Desde hace ya muchos años, tenía la inquietud o curiosidad de saber de qué forma afecta el polvo cósmico que cae sobre nuestro planeta ¿Hace que ésta gane peso con el polvo cósmico? Acaso esté aumentando o engrosando su diámetro?? Tendrá su mismo ciclo de rotación y de traslación en algunos miles de años más por estar más grande y pesada?? Y esto es lo que he encontrado en la web… invito que algunos compañeros aporten lo que vayan encontrando en el internet.
La masa de la Tierra se incrementa en 40 mil toneladas al año debido al polvo extraterrestre
La masa de la Tierra aumenta continuamente debido a la aportación de materia extraterrestre. Una materia que, además, no llega hasta nosotros en forma de grandes asteroides que pongan en peligro nuestras vidas, sino de una manera mucho menos visible y peligrosa, pero mucho más constante. Un equipo de científicos acaba de calcular, en efecto, que unas 40 mil toneladas de polvo cósmico (unas 10 toneladas al día) y de otros materiales procedentes del espacio que impactan cada año con la Tierra. Y lo que es más, esa enriquecedora “lluvia de partículas” se mantiene constante por lo menos desde hace más de 30 mil años.
¿Sabías que cada día respiras una pequeña cantidad de polvo de cometas? ¿Y que en el tejado de tu casa se acumulan pequeños fragmentos de asteroides caídos a la Tierra? El espacio está mucho más cerca de lo que pensabas.
Nuestro planeta se encuentra en los brazos espirales de nuestra galaxia, estamos entre un remolino de partículas cósmicas… estamos en la Vía Láctea, de allí su nombre. Nuestro sistema solar contiene una gran cantidad de polvo cósmico que cobró en la época de formación de los planetas. Eso lo observamos en los grandes cometas con sus largas “colas o cabelleras” que vemos en el firmamento, con el desprendimiento de polvo cuando se acercan al sol.
En el año 2009 Jon Larsen estaba limpiando una mesa exterior en su casa a las afueras de Oslo cuando una partícula de polvo brillante suspendida en el aire captó su atención. Aquella pequeña mota parpadeaba con la luz del sol y tenía un aspecto metálico y angular, así que una idea cruzó por su cabeza: ¿y si lo que estaba viendo era una pequeña partícula de polvo cósmico de las muchas que entran en nuestra atmósfera? Desde entonces, este músico noruego y científico aficionado de 58 años comenzó una exhaustiva recogida de muestras en los tejados de Oslo y otras ciudades europeas en busca de estos “visitantes del espacio exterior”. A pesar de que algunos expertos habían determinado que encontrar estos restos en las ciudades era altamente improbable- debido a la contaminación industrial -, Larsen no se rindió y buscó ayuda para completar su investigación.
Ocho años después, sus esfuerzos han dado fruto en forma de un libro, "In Search of Stardust", en el que incluye 1,500 fotografías de micrometeoritos recogidos en carreteras, fábricas y tejados de más de 50 ciudades de todo el mundo. El trabajo ha contado con la participación de Matthew J. Genge y su equipo del Imperial College de Londres, quienes ayudaron a Larsen a analizar las muestras con microscopio electrónico y confirmar su origen espacial. El libro, en palabras del autor, es una “colección de prístinas esférulas cósmicas” que tiene una parte en el proyecto Stardust, donde se comparten online las fotografías y la historia de su investigación
El principal valor del trabajo de Larsen es haber documentado la existencia de estos micrometeoritos en ciudades, donde se creía casi imposible su identificación. “Durante muchos años la gente se ha dedicado a recoger restos de las canaletas de los tejados y a pasar luego un imán creyendo que las partículas metálicas que quedaban enganchadas eran micrometeoritos”, explica a Next Jordi Llorca, profesor la Universidad Politècnica de Catalunya (UPC) que investiga las partículas de polvo interplanetarias. “Lo que pasa es que lo que coges es casi todo residuos de la actividad humana, así que se creyó que eran imposibles de recuperar y por eso solo se buscaban en los casquetes polares, sobre el hielo o la nieve”. Sin embargo, con el trabajo de Larsen se demuestra que estos pequeños fragmentos del espacio exterior están por todas partes y caen a diario. “Tu coche está cubierto de polvo cósmico”, asegura el astrónomo Donald E. Brownlee en The New York Times. “Inhalamos ese material. Lo ingerimos cada vez que comemos lechuga. Pero normalmente es increíblemente difícil de detectar”.
¿Y qué son estos pequeños fragmentos de material extraterrestre recopilados cuidadosamente por Larsen? “Cuando entra un objeto en la atmósfera terrestre, un trozo de asteroide o de cometa”, relata Llorca, “hay un rozamiento que hace que la superficie se vuelva incandescente, o sea, que se funda, y entonces al fundirse se van desprendiendo pequeños pedazos que son lo que después se van sedimentando a lo largo de los días y van llegando a la superficie de la Tierra”. Estos meteoroides entran a la atmósfera a una velocidad 50 veces superior a la de una bala y alcanzan temperaturas de hasta 2,000°C. Es cuando se enfrían cuando toman habitualmente la forma de esférula, aunque los hay de varios tipos y morfologías. Y su tamaño va desde 0,1 mm hasta 1 mm de diámetro.
Para conocer con certeza su origen exterior Matthew J. Genge y su equipo identificaron 500 de estos micrometeoritos recopilados por Larsen con microscopio electrónico a partir de su composición y su textura y publicaron su resultado hace unas semanas en la revista Geology. Los autores determinaron que todas tenían una composición mayoritariamente de silicio y estimaron que su caída es bastante reciente, probablemente de los últimos seis años. También examinaron la presencia de níquel, uno de los indicadores más interesantes para conocer el origen extraterrestre de un objeto. “Básicamente porque en la corteza de la Tierra no hay”, explica Llorca. “Durante su formación el níquel se fue hacia el núcleo, mientras que en los asteroides que son más pequeñitos este proceso no se dio y el níquel se mantiene en la proporción que tenía originariamente en el Sistema Solar”.
En agosto de 2014, los científicos anunciaron la recolección de posibles partículas de polvo interestelar de la nave espacial Stardust desde su regreso a la Tierra en 2006. En marzo de 2017, los científicos informaron que se han identificado partículas de polvo extraterrestres en todo el planeta Tierra. Según uno de los investigadores dijo: "una vez que supe qué buscar, los encontré en todas partes".
CONTINUARÁ…
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